La Piel

El aspecto sano de la piel depende de la limpieza interior. De nada sirve el masaje exterior de la piel si el mal está dentro. La dieta, el descanso, el aire puro y el ejercicio contribuyen a mantener fresca la piel.

Las manchas y los granos en la piel suelen estar producidos por dietas defectuosas o trastornos digestivos. Si una dieta correcta no los elimina consulte a su médico de confianza.

Para aumentar la circulación frotarla suavemente.

Tenga cuidado con los baños de sol, por que aceleran el envejecimiento de la piel. Se llevan las grasas naturales de la capa externa de la piel, dejándola más delgada y menos elástica.

También puede producir manchas decoloradas, escamas y zonas de dureza que, en ocasiones, pueden ser precancerosas. Los rayos solares son beneficiosos tomados prudentemente.

La radiación solar afecta también durante los meses de invierno y especial cuidado con niños que tienen su piel más delicada.

Su piel debe estar limpia de impurezas para resultar atractiva. Por eso la importancia de limpiar bien su piel por lo menos dos veces al día. Una piel seca será atractiva si no se priva de sus grasas naturales; mientras que una piel grasienta, requiere que se elimine el exceso de grasa. Adopte el sistema que más le conviene a su piel.

La piel hay que Hidratarla o humectarla sobre todo la parte de las manos hay que cuidarlas más, ya que se envejecen más rápido.

Protegerse del sol con cremas protectoras SPF =50 o superior. (SPF= Sun Protection Factor).

En el cuerpo se produce calor de dos maneras primero por la oxidación o combustión de alimento, tal como las grasas y el almidón Y luego por la acción de las diferentes partes del cuerpo.

Algunas veces el calor es excesivo y por lo tanto debe haber medio de eliminarlo, y así se verifica pues casi el noventa por ciento del calor que pierde el cuerpo, lo pierde a través de la piel y los pulmones expelen la mayor parte del restante.

Cuando el cuerpo produce excesivo calor por combustión del alimento, por esfuerzo físico, por emoción o por abrigos pesados, exceso de calefacción en las habitaciones, el cerebro envía la orden a los pequeños vasos sanguíneos de las capas profundas de la piel, para que se dilaten y dejen pasar más sangre a la superficie. De este modo sale el calor y el cuerpo se enfría. Al llegar la sangre a la superficie del cuerpo empezamos a sudar y a medida que la transpiración se evapora perdemos mucho calor. Y eso nos facilita mantenernos frescos en días calurosos.

El frio aumenta la producción de calor, pero contrae los vasos sanguíneos de la piel; de ahí que podamos soportar intensos fríos.

Conclusión

Dos importantes precauciones debe observarse en el cuidado de la piel:

Conservarla limpia y libre de todas las impurezas; y ayudar a la naturaleza a regular la temperatura del cuerpo por medio del vestido adecuado.

Por medio de la piel recibimos las impresiones de frio o de calor que son distintas a las producidas con un cuerpo sólido.

La piel es una de las más sensibles estructuras de todo el cuerpo humano, de tal manera que sufre la influencia de la más mínima variación en la temperatura y por su mecanismo automático se ajusta a estos cambios en una fracción de segundo.

La dieta balanceada, el descanso, el aire puro y el ejercicio contribuyen a mantener fresca la piel, además de hidratarla y protegerla de los rayos solares.

Para cerrar……

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Gracias por su atención, nos encontramos en un próximo artículo.

Pedro Pinzón

Director de Pinpao.co