El corazón puede compararse con el motor de un vehículo, son fuentes que producen movimiento a los cuerpos. El corazón impulsa la sangre hacia los diferentes órganos y tejidos del cuerpo, además de proporcionar oxígeno y nutrientes a las células y recoge el desecho producido.
Como trate su corazón determinará cuanto tiempo funcionará eficientemente.
Muchos dedican más tiempo y dinero para mantener su vehículo, ejemplo cambio de aceite, mantenimientos de motor, usar la gasolina que mejor funcione etc. Pero cuando se trata de su organismo comen, muy pocos nutrientes, y si muchas calorías, cualquier cosa “comidas malsanas”, comida chatarra, grasas saturadas a montón, gaseosas, tomar bebidas alcohólicas, fumar, y muy poco ejercicio, su salud depende de lo que usted haga.
La mayoría de los médicos de todos los países civilizados están hoy conformes que la mejor forma de conseguirlo es con suplementos alimenticios, y el régimen de alimentación sin sal, mediante dietas a base de frutas, jugos de legumbres, curas de leche ácida entre otros.
Una alimentación sin sal en el sentido más estricto es casi imposible, ya que casi todos los alimentos contienen sodio y cloro. Tendremos por consiguiente, como régimen sin sal, aquel donde esta no se añade a los alimentos. Aplicándose rigurosamente este régimen, la orina no expulsara más de un gramo de sal por día.
Este régimen curativo como veremos se aplica también a las enfermedades del sistema renal y la tuberculosis dérmica, ósea y en forma más rigurosa en tratamiento de cáncer.
El régimen sin sal ofrece fortísima influencia en el metabolismo de sales y líquidos. Lograremos así efectos sobre las glándulas de secreción interna (hipófisis, diencéfalo, capsulas suprarrenales) que regulan el metabolismo del agua y la sal.
El régimen sin sal es tan conveniente para la salud que en las perturbaciones leves o no muy graves de la circulación con hinchazones edematosas se consigue en pocos días sin necesidad de medicamentos una considerable eliminación de sal y con ésta una desaparición completa de las acumulaciones enfermizas de agua. Y esto no es ninguna teoría sino experiencia práctica comprobada una y otra vez por famosos clínicos.
El contenido en agua de los tejidos corporales depende de su contenido en sal. La presencia de esta en los tejidos está relacionada con la ingestión de sal. Si reducimos su consumo al limitado contenido natural de los alimentos poco salados reduciremos rápidamente el contenido de sal en los tejidos, con lo que al mismo tiempo el agua no podrá quedar retenida y es eliminada en gran cantidad.
Hemos de considerar que es un grave pecado de negligencia que en el tratamiento de enfermos circulatorios no se haga un uso suficiente y correcto del régimen sin sal. Inclusive consumiendo los comodísimos medicamentos para la circulación.
Conclusión
El régimen sin sal es tan conveniente para su salud, su exceso de consumo de sal está relacionado con cáncer de estómago porque no hacerlo. Si reducimos su consumo reduciremos el contenido de sal en los tejidos, “retención de líquidos”, reduce que suba la presión arterial, entre otros.
Para mayor eficacia complementar su dieta con suplementos alimenticios, frutas, cereales, vegetales y carnes magras, pescado, reducir la ingesta de grasa y aumentar el consumo de fibra, ejercicio moderado, en especial aeróbico (caminar, ciclismo, natación, trotar, etc.).
Para cerrar……
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Gracias por su atención, nos encontramos en un próximo artículo.
Pedro Pinzón
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